Es el más joven de toda la gama de cavas y rebosante de frescura. Este espumoso se ha elaborado por el método tradicional, a partir de un vino base, realizando posteriormente una crianza mínima de 9 meses en botella.
Es ligero, frutal y cítrico. Su burbuja chispeante y rápida refleja su juventud. En la cata trae recuerdos a flores blancas y a frutas como la manzana verde o la pera. Resulta ideal para maridar con todo tipo de aperitivos, ensaladas, canapés ligeros o marisco.
Los más de 9 meses en la cava caracterizan al Cava de Guarda, que tras este envejecimiento en botella ha desarrollado unos matices, aromas y características intrínsecas diferentes y más complejas que cuando se embotelló, deleitándonos así con su mejor versión.
Teniendo como principal indicador su tiempo de crianza en botella, el concepto de Guarda hace referencia a la capacidad de un vino cuando tiene las características adecuadas que le permiten envejecer en botella de manera correcta.
Dentro de las particularidades necesarias para que podamos considerar un Cava de Guarda, debemos tener en cuenta los polifenoles, la acidez, el pH, la graduación alcohólica e incluso el tipo o tipos de uva con las que se ha elaborado.
Cava de Guarda es la nueva nomenclatura aprobada en julio de 2020 por el pleno del Consejo Regulador de la D.O. Cava, con el afán de identificar fácilmente los diferentes tipos de Cava existentes actualmente en el mercado para que el consumidor pueda elegir de manera más informada. En este caso, si buscamos un Cava fresco, afrutado y lleno de vitalidad un Cava de Guarda es la opción ideal.