Bajo la mención de D.O. Cava se amparan los vinos espumosos de calidad elaborados mediante el método tradicional en el cual el vino realiza una segunda fermentación alcohólica en botella. Las particularidades geográficas y humanas de cada botella, junto con la tradicional manera de elaborarlas, forma parte de la idiosincrasia de este producto. Protegerlas y mantener su distinción respecto al resto de productos es el motivo principal de la existencia de la denominación oficial.
Los productores y elaboradores acogidos a esta Denominación de Origen trabajan con el compromiso de mantener la más alta calidad posible de sus productos empleando el método tradicional de producción. A cambio, obtienen una protección legal frente a otros productos semejantes elaborados en otras zonas, así como el acceso a mercados nacionales e internacionales.
¿Y qué garantiza la Denominación de Origen Cava al consumidor?
La garantía de estar adquiriendo un producto genuino y auténtico con un nivel de constante excelencia. Una bebida única, avalada por los años de historia y tradición, pero también por los rigurosos controles y exigencias de su organismo regulador. Así, bajo la denominación de origen y en la zona delimitada por esta se producen vinos espumosos de calidad, elaborados mediante segunda fermentación en botella y con un mínimo de 9 meses en contacto con las lías en la misma botella en la que tuvo lugar la mencionada segunda fermentación.