Es la exaltación de la complejidad. De gran intensidad aromática, los Cavas Gran Reserva destacan por tener personalidad propia y complejidad aromática fruto de la crianza de más de 30 meses en botella.
Un vino elegante y muy gastronómico.
Esta nueva categoría, el Cava de Guarda Superior, permite identificar fácilmente los Cavas de categorías Premium, es decir, los Cavas que han tenido una crianza en botella más larga, con un mínimo de 18 meses, provenientes de parcelas determinadas y de cultivo ecológico.
Teniendo como principal indicador su tiempo de crianza en botella, el concepto de Guarda hace referencia a la capacidad de un vino cuando tiene las características adecuadas que le permiten envejecer en botella de manera correcta.
Su nomenclatura indica que se trata de un Cava con un envejecimiento en la cava superior al mínimo establecido por el Método Tradicional, también conocido como champenoise. Así, en esta categoría encontramos los ya conocidos Cava Reserva, Cava Gran Reserva y la categoría especial de Cava de Paraje Calificado.
En este caso, si buscamos un Cava de mayor complejidad, único, intenso y delicado un Cava de Guarda Superior es la opción ideal.
Para una mejor identificación de los diferentes territorios específicos de la Denominación de Origen Cava, se pueden destacar un total de cuatro zonas de elaboración diferenciadas.
Disfrutar de tu copa de Cava es una experiencia mucho más enriquecedora, degustando los matices que le aporta su tierra y la riqueza del microclima del cual procede.
El marchamo o distintivo de control es en si mismo la única garantía de calidad certificada por la D.O. Cava, que nos ayuda a distinguir el Cava del resto de espumosos.
Después de ser sometidos a estrictos controles de calidad durante todo el proceso, el marchamo es el distintivo que se le otorga no solamente para facilitar el reconocimiento de la categoría de Cava, sino es un garante de origen avalado por la Denominación de Origen Cava.