Cocina Mediterránea

Merluza con pesto

Es ligero, frutal y cítrico. Su burbuja chispeante y rápida refleja su juventud. Resulta ideal para maridar con todo tipo de aperitivos, ensaladas, canapés ligeros.

30 Minutos

Dificultad

4 Personas

pescado

La merluza con pesto es un plato muy mediterráneo, además de sencillo y saludable. El pesto es una salsa muy fresca a base de albahaca, piñones y queso parmesano. Es lo que dará un toque de frescura al paladar. Mientras que la merluza es un pescado de consumo común en la zona del mediterráneo, cabe apuntar que también podemos sustituir por cualquier otro tipo de pescado blanco y el plato seguirá siendo igual de gustoso.

Según el especialista en aromas y ‘Créateur d’harmonies’ François Chartier, este plato es ideal para maridar con cavas tradicionales (más de 9 meses).

Un plato que rebosa sencillez en todos sus aspectos, pero que tiene la capacidad de vestir cualquier ingesta ya sea en un entorno familiar o en encuentros grupales.

Ingredientes

8 lomos de merluza (sin espinas y sin piel)

Para el pesto:

50 gr. hojas de albahaca

100 gr. queso parmesano

2 dientes de ajo

50 gr. Piñones

250 ml. aceite de oliva virgen extra.

1 cucharadita de sal

Elaboración

Ponemos las hojas de albahaca bien limpias y secas junto a los dos dientes de ajo (sin el germinado interior), la sal y el queso parmesano en el vaso de la batidora y lo trituramos.

Mientras vamos triturando vamos añadiendo el aceite como si estuviéramos haciendo una mayonesa. Seguimos triturando hasta obtener una salsa homogénea. Con la salsa en este punto ya tenemos el pesto hecho y lo reservamos.

En una sartén o en una parrilla bien caliente, ponemos un chorrito de aceite de oliva virgen extra, para hacer los filetes de merluza previamente salpimentados al gusto.

Ya tenemos todos los ingredientes preparados y sólo nos queda montar el plato, un paso imprescindible para esta receta. Así, cogemos una fuente para poner los filetes de merluza y añadimos por encima la salsa de pesto que teníamos reservada.

Si se quiere, una vez salseada la merluza, también se le puede dar un toque de horno para que adquiera un poco de costra. Si no se quiere tener un poco de costra, se puede servir sin pasar por el horno.

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